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Ácaro y Alergia

¡Llegó la polinosis con el verano!

¡Llegó la polinosis con el verano!

¿Quieres aprender a reconocer los síntomas de la polinosis?

Llegó la polinosis con el verano y… si eres alérgico debes tomar en cuenta lo que define el Ministerio de Sanidad de España sobre esta afección: es una enfermedad alérgica caracterizada por síntomas que afectan los ojos, nariz y pulmones. Llega con la primavera y en los meses veraniegos.

El 15% de la población  sufre de polinosis, incrementándose este porcentaje hasta un 30% entre los jóvenes. Es más común en las ciudades que en los campos.

Por ello si eres alérgico, y vives en una zona urbana, debes prestar más atención a las causas que te desencadenan los brotes de alergia ahora que llegó la polinosis con el verano.

Esta enfermedad la origina los pólenes que, presentes en la atmósfera, penetran en el organismo a través de las mucosas expuestas al aire (ojos, nariz, y boca) y producen procesos respiratorios como la rinitis y el asma.

Es clave que aprendas a reconocer los alérgenos más comunes de la temporada veraniega. Además, que entiendas ¿qué es el polen? y cómo se produce la alergia a los pólenes.

Molestia microscópica

El polen, son partículas de tamaño microscópico, formadas por las células masculinas del aparato reproductor de las plantas con flor.

Sin embargo, existen árboles y hierbas de poca altura como el césped de los parques, que tienen un polen pequeño, liviano y seco apto para esparcirse con el viento.

En la mayoría de los casos son los que desencadenan síntomas de alergia, que se intensifican en la temporada veraniega donde impera un aire caliente y seco.

Los pólenes alergénicos varían según la vegetación y el clima. Por ejemplo, los generados por las gramíneas durante la primavera y los de las malezas durante el verano y otoño.

¡Lloras por la nariz!

En verano es importante que sepas reconocer los síntomas de la polinosis, que puede afectar a diferentes órganos, especialmente a la nariz, donde se produce una inflamación, caracterizada por estornudos, picor, congestión, secreción y obstrucción nasal.

Debes prestar atención a las alteraciones de otros órganos: los ojos, los cuales se te pueden inflamar (conjuntivitis). La faringe, donde puedes sentir picor de paladar y garganta… Y hasta puedes sentir que te pican los oídos.

El padecimiento por la polinosis puede llegar a convertirse en un verdadero calvario para ti. Por eso debes convertir en un ritual matutino el pronóstico del polen.